Estas son las razones por las que la economía de Estados Unidos probablemente tardará en recuperarse

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Un economista comparó la situación de desastre económico con los ataques del 11-S: "Pasaron dos años y medio hasta que el tráfico de pasajeros recuperó sus niveles anteriores".

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado mensajes muy optimistas sobre la recuperación de la economía una vez que la pandemia de coronavirus se suavice. Esta semana, el mandatario afirmó que el país volverá a a su curso natural "como un cohete", más fuerte que nunca tras la pandemia, que ya ha dejado más de 16 millones de parados en EE.UU., batiendo todos los récords.

Pero hay una razón por la que a la economía se la califica de"ciencia lúgubre", término acuñado por el historiador victoriano Thomas Carlyle en el siglo XIX.  Hay signos emergentes que indican que la velocidad de recuperación será más lenta, que la velocidad a la que llegó el colapso económico, que ocurrió en solo unas pocas semanas. Es probable que las elecciones presidenciales de noviembre de este año se lleven a cabo mientras las economía todavía se está recuperando.

"Cualquiera que asuma que vamos a tener un fuerte retroceso en la actividad no está pensando en cómo se sentirán los consumidores. Serán muy cautelosos", afirmó Nariman Behravesh, economista jefe de IHS Markit. “Los hogares y las empresas han visto deteriorarse sus finanzas. La gente está comprando víveres con las tarjetas de crédito", añadió.

Para comprender las consecuencias de un repentino shock negativo en la economía, Behravesh estudió cuántas personas volvieron a volar en avión después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. "Pasaron dos años y medio hasta que el tráfico de pasajeros de las aerolíneas recuperó los niveles anteriores", recordó.

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Mientras tanto la campaña por las elecciones ha quedado en suspenso, y Trump no se puede apoyar en las cifras económicas debido a la tasa de desempleo que asola el país. Por ello ha comenzado a proclamar que es capaz de reconstruir las finanzas rápidamente y que el paquete de estímulo económico de 2,2 billones de dólares pueden llevar el empleo y el crecimiento de los mercados a nuevos máximos.

Jefrey Pollock, un encuestador demócrata, dijo que los votantes juzgarán en noviembre si el presidente republicano ha si capaz de lograr una reactivación económica.

"El hecho de que seamos tan partidistas como siempre no significa que estemos destinados a perdonar a un presidente que fracasa con la economía", señaló Pollock. "Este es un hombre que defendió su habilidad para manejar las finanzas, y para mí no hay nada que sugiera que los votantes le perdonarán, ya que ha estado al frente de la respuesta al virus desde el primer día", añadió.

Si su opinión es válida, eso juega en beneficio del probable candidato demócrata Joe Biden. Pero Biden tendrá que darles a los votantes una idea más completa de cómo impulsaría la economía, apuntó Pollock.

Trump ha tratado repetidamente de retratar la situación a medida que la economía de EE. UU. está siendo esquivada por el "enemigo oculto", que él y sus asesores inicialmente minimizaron en febrero y marzo y luego sugirieron que era imposible de prever. Su mensaje a los votantes es que su liderazgo fortalecerá aún más la economía.

"Nuestra economía hará booom, tal vez como nunca antes!", escribió el presidente el miércoles de esta semana en su cuenta de Twitter.

El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, encargado de liderar las medidas del paquete de estímulo económico, dijo que habrá "un gran rebote", aunque señaló que las ganancias podrían ser desiguales.

"Ciertas partes de la economía volverán de inmediato a su curso y otras van a tomar un poco más de tiempo", opinó Mnuchin el martes en Fox Business Network.

Uno de los argumentos para una recuperación rápida provino del economista de la Universidad de Harvard, Larry Summers, exasesor económico del presidente Barack Obama durante la Gran Recesión que comenzó en 2008, sugirió en Twitter que la economía del país se comportaría como una ciudad costera en Cape Cod, que cierra en invierno y se vuelve a abrir alrededor del Día de los Caídos (Memorial Day), a finales de mayo, para una explosión de actividad veraniega.

Este complejo desafío no depende solo de que los líderes políticos. También depende de la reacción de millones de consumidores y empleadores, según Paul Winfree, un exfuncionario de la Casa Blanca de Trump que ahora es director de política económica en la conservadora Heritage Foundation.

"No creo que salgamos de esto debido al liderazgo político", afirmó Winfree en un correo electrónico a AP. "Esto no es la Segunda Guerra Mundial. Las cosas no cambiarán hasta que una mayoría significativa de personas decida que hemos hecho lo suficiente (de manera privada y pública) y sigamos adelante. Con suerte, eso coincidirá con el éxito de los esfuerzos de salud pública", argumentó.

Es probable que un fuerte repunte económico dependa de que las personas y las empresas puedan conservar su dinero, de modo que pueda gastarse e invertirse una vez que la tristeza comience a disminuir. El desafío ahora es que los ingresos se están erosionando y eso podría limitar la recuperación.

No solo 16,8 millones de estadounidenses, aproximadamente uno de cada 10 trabajadores, perdieron sus empleos en las últimas tres semanas. Muchos trabajadores han visto reducir sus horas, han visto desaparecer las comisiones de sus ventas y han aceptado recortes salariales, de modo que los ingresos han disminuido para la mitad de los hogares del país, según una encuesta del Centro de Investigación de Asuntos Públicos para The Associated Press-NORC.

ABR. 9, 202000:39

Mientras tanto las escuelas del país permanecen cerradas, algo que reduce la productividad de sus padres, que se han quedado a cargo de los más pequeños. Y cada estado dependerá de su principales ingresos económicos. Florida necesitará traer aproximadamente 130 millones de turistas anuales. Texas dependerá del petróleo crudo, que el jueves de esta semana se vendía por alrededor de 25 dólares por barril, y necesita alcanzar los 30 dólares, el precio por el que la perforación y el bombeo son rentables.

Nicholas Bloom, economista de la Universidad de Stanford, cree que la economía terminará este año un 10% más más mermada que a principios de 2020, una pérdida de casi dos billones incluso con el paquete de rescate económico firmado por Trump.

Las perspectivas a largo plazo también se han deteriorado: "Trabajar desde casa está creando un colapso en la inversión. Todas las empresas con las que he hablado han cancelado la capacitación, la presentación de nuevos productos y los proyectos de I+D, mientras que las universidades y laboratorios de EE. UU., a menos que esté trabajando en algo relacionado con el coronavirus, han dejado de trabajar. Por lo tanto, la innovación, el principal impulsor del crecimiento a largo plazo de Estados Unidos, se ha detenido", explicó.

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