Lugares de culto que dan la bienvenida a los seguidores con un enfoque gradual, asistencia limitada y precauciones

WISCONSIN (TELEMUNDO) - Junto con la reapertura de los negocios, los lugares de culto no se quedan atrás.

Volverán a abrir sus puertas a fin de mes.

Dicen que seguirán las recomendaciones de salud, incluida la adoración y asistencia limitadas.

"Nuestro plan de regreso fue elaborado porque fue considerado", dijo el reverendo Jerome Listecki, arzobispo de Milwaukee.

El arzobispo Listecki anunció el "regreso católico" el jueves.

Es un enfoque de tres fases para regresar a las operaciones parroquiales y al ministerio.

"A través de la apertura gradual, les dará a los pastores la oportunidad de ver los recursos que necesitan para asegurarse de que el medio ambiente se mantenga seguro".

El arzobispo Listecki dice que tomarán precauciones de seguridad, incluido el distanciamiento social y la limpieza profunda y desinfección después de los servicios.

También recomiendan que las personas usen máscaras.

Durante la fase uno, la asistencia se limitará al 25 por ciento de capacidad.

No habrá coros ni apretones de manos durante el "signo de paz".

"En Interfaith, nuestros socios religiosos son realmente muy responsables y realmente quieren asegurar que sus comunidades estén seguras", dijo Pardeep Kaleka, director ejecutivo de la Conferencia Interreligiosa de Greater Milwaukee.

Otros lugares de culto también planean reabrir por etapas.

"Van a seguir confiando en la ciencia y los datos y proceder con la precaución de la comunidad y entender que la salud de sus congregaciones y la comunidad es la principal prioridad", dijo Kaleka.

Los líderes dicen que sus seguidores están ansiosos por regresar a la adoración, pero es un sacrificio que tienen que hacer por el bien común.

"Esperamos mantener a las personas seguras y luego podemos volver a nuestras prácticas básicamente cuando tengamos al menos un control de lo que está sucediendo en términos de la propagación del coronavirus", dijo el arzobispo.

Todavía están desanimando a aquellos con condiciones de salud preexistentes y mayores de 65 años de asistir a los servicios en persona.