WAUKESHA, Wis. (TELEMUNDO WI) - Un juez del condado de Waukesha condenó el lunes a un hombre de Milwaukee a 35 años de prisión por causar un accidente en diciembre pasado que mató a dos de sus hijos.

Paul Vinson, de 30 años, se disculpó entre lágrimas ante el tribunal durante su audiencia de sentencia. Vinson llegó a un acuerdo con los fiscales por el que se declaró culpable de cinco delitos graves por causar lesiones o muerte con un vehículo bajo la influencia del alcohol y por poseer un arma de fuego como delincuente convicto. 

Vinson fue acusado originalmente de 18 delitos graves diferentes, pero los otros 13 fueron desestimados como parte del acuerdo. Durante la audiencia, Vinson se disculpó ante el tribunal por no haberse declarado culpable antes.

"Es difícil saber que soy la razón por la que mis hijos ya no están aquí, ¿sabes?", dijo Vinson. "Declararse culpable de algo así es muy duro para una persona".

El pasado 20 de diciembre, Vinson huyó de un agente del sheriff del condado de Waukesha que intentó detenerlo por exceso de velocidad, por tener las ventanas tintadas ilegalmente y por no tener matrícula trasera. Después de detenerse inicialmente, Vinson arrancó y alcanzó velocidades superiores a 110 millas por hora antes de perder el control y volcar el coche en Golf Road en la ciudad de Delafield.

En el momento del accidente, Vinson viajaba con cinco pasajeros en el auto, entre ellos sus tres hijos, su sobrina de 14 años y su novia. Los dos hijos de Vinson, de 10 años, murieron en el lugar. Los fiscales dijeron el lunes que su sobrina aún no ha recuperado la movilidad de uno de sus brazos desde el accidente.

Una de las madres de los niños escribió una carta para que se leyera en la audiencia. Dijo que quería entregar el mensaje en persona, pero no podía porque estaba cuidando a otro niño. Un coordinador de servicios para víctimas leyó la carta en voz alta mientras Vinson se secaba los ojos con pañuelos de papel.

"No está aquí, Paul. ¿Entiendes que lloro todos los días?", decía la carta. "Me despierto todas las noches cuando me voy a dormir porque ya no puedo oír ni ver a mi hijo".

La fiscal de distrito del condado de Waukesha, Sue Opper, solicitó al juez J. Arthur Melvin, III una sentencia de 30 años de prisión seguida de 20 años de supervisión prolongada. El abogado de Vinson, Steven Hughes, solicitó una sentencia de 10 años de prisión seguida de 30 años de supervisión prolongada.

"Entiendo que su familia y sus amigos lo describan como un buen padre, pero un buen padre no hace eso", dijo Opper. "Un buen padre no pone a sus hijos pequeños en el asiento trasero de un auto sin cinturón de seguridad, fuma marihuana y luego conduce a 100 millas por hora".

Melvin dictó un castigo aún más severo que el que pedían los fiscales, condenando a Vinson a 35 años de prisión seguidos de 32 años de supervisión extendida.

Melvin enumeró varias circunstancias relacionadas con ese accidente que influyeron en su decisión de sentencia. Los cuatro niños no llevaban puesto el cinturón de seguridad y Vinson ya había sido citado cuatro veces por no sujetar a sus hijos en el auto.

Vinson también tenía seis onzas de marihuana en el maletero del vehículo y estaba bajo los efectos de la marihuana. También tenía una pistola en la auto que había sido modificada con un cargador extendido y un "interruptor" que permitía que el arma disparara a una velocidad automática.

"Es una imprudencia increíble", dijo Melvin después de enumerar los hechos del caso. "Y, francamente, creo que la gravedad está casi fuera de escala".

Antes de que Melvin leyera la sentencia, Vinson dijo que entendía que el tiempo en prisión tenía como objetivo un castigo y una medida disuasoria, pero nada sería peor que darse cuenta de que es responsable de la muerte de sus hijos.

"Le prometo, juez, que estoy castigado", dijo Vinson. "Independientemente de la sentencia que me dé, tendré que lidiar con esto durante el resto de mi vida. Estoy castigado. Estoy castigado".

Melvin también señaló que Vinson nunca había recibido una licencia de conducir de Wisconsin, según los registros estatales.

Tras la sentencia, los familiares de Hughes y Vinson se negaron a hablar con los periodistas.